El antiguo mercado de pescado de Tsukiji, situado en el corazón de Tokio, fue el mayor mercado de pescado del mundo. Durante más de 80 años, suministró marisco fresco y de alta calidad a millones de personas en todo Japón y el mundo. Sin embargo, en 2018, el mercado se trasladó a un nuevo emplazamiento en Toyosu, con el objetivo de mejorar las condiciones de trabajo y la seguridad alimentaria.
La historia de Tsukiji se remonta a la era Meiji, cuando el gobierno japonés comenzó a planificar un mercado central para la ciudad de Tokio. El mercado se inauguró en 1935, y pronto se convirtió en el punto de encuentro de pescadores y mayoristas de pescado de Japón. Acudían compradores de todo el país para adquirir pescado y marisco fresco a precios competitivos.
Con el paso de los años, Tsukiji se ha convertido en un icono de la cultura culinaria de Tokio. Visitantes de todo el mundo acudían al mercado para degustar sushi fresco y marisco preparado por los numerosos restaurantes locales. El mercado también era famoso por sus subastas de atún rojo del Pacífico, que a menudo atraían a postores dispuestos a gastar sumas considerables por los mejores ejemplares.
Sin embargo, con los años, las instalaciones del mercado empezaron a deteriorarse. Los edificios envejecidos y los pasillos estrechos dificultaban las condiciones de trabajo de los empleados, mientras que las instalaciones sanitarias eran insuficientes para garantizar la seguridad alimentaria. Además, la proximidad del mercado a zonas residenciales planteaba problemas de ruido y tráfico a los residentes locales.
Por ello, tras años de debate, las autoridades decidieron trasladar el mercado a Toyosu, un recinto más grande y mejor equipado situado a unos dos kilómetros de Tsukiji. El nuevo mercado abrió sus puertas en octubre de 2018, y desde entonces se ha convertido en el mayor mercado de pescado del mundo, con una capacidad de procesamiento diaria de más de 1.000 toneladas de pescado y marisco.
Sin embargo, algunos negocios han optado por permanecer en la ubicación original de Tsukiji, a pesar de la reubicación del mercado. Los restaurantes y tiendas que quedan se han convertido en una atracción turística por derecho propio, ofreciendo a los visitantes una experiencia única de la cultura culinaria de Tokio. El sushi y el marisco fresco siguen abundando, y en un mercado cercano se siguen celebrando subastas de atún rojo.