El Jardín Shinjuku Gyoen es uno de los espacios verdes más bellos de Tokio. Este parque combina armoniosamente los estilos japonés, francés e inglés. Ubicado en Shinjuku, ofrece una escapada tranquila del bullicio de la ciudad.
Una historia rica y prestigiosa
Este jardín sirvió originalmente como residencia de un señor feudal durante el período Edo. En 1906 pasó a ser propiedad imperial. Después de la Segunda Guerra Mundial se abrió al público y se convirtió en parque nacional. Hoy en día, atrae a visitantes de todo el mundo.
Tres estilos de paisaje en un jardín
El jardín Shinjuku Gyoen se distingue por su diseño único. Incluye tres estilos de jardín:
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- Jardín japonés: estanques tranquilos, puentes de madera y pabellones tradicionales crean una atmósfera zen.
- Jardín francés: Los parterres simétricos y un jardín de rosas aportan un elegante toque europeo.
- Jardín Inglés: Amplios jardines invitan a relajarse y hacer picnics.
Esta mezcla armoniosa hace de Shinjuku Gyoen un lugar único en Tokio.
Un lugar perfecto para el hanami y el momijigari
El jardín Shinjuku Gyoen es famoso por sus cerezos en flor en primavera. Cada año, miles de visitantes vienen a admirar el hanami, la contemplación del sakura. En otoño, los arces rojos transforman el paisaje en un espectáculo extravagante.
Un refugio de serenidad en el corazón de la ciudad
A diferencia de otros parques de Tokio, Shinjuku Gyoen tiene reglas estrictas. El alcohol y los juegos de pelota están prohibidos. Estas restricciones preservan una atmósfera tranquila propicia para la meditación.
¿Cómo visitar Shinjuku Gyoen?
Se puede acceder al jardín desde varias estaciones de tren:
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- Estación Shinjuku-Gyoenmae (metro Marunouchi)
- Estación de Sendagaya (JR Chuo-Sobu)
- Estación Shinjuku (JR Yamanote y otras líneas)
La entrada cuesta aproximadamente 500 yenes para adultos y 250 yenes para niños.
Un jardín que no te puedes perder en Tokio
El jardín Shinjuku Gyoen es un tesoro natural en el corazón de Tokio. Este jardín ofrece un momento único de relajación entre tradición y modernidad. Una visita obligada para todos los amantes de la naturaleza y la cultura japonesa.
