Mirai, mi hermana pequeña es una película de Hosoda Mamoru. Esta película nos lleva a un viaje poético a través del tiempo y la familia. Hosoda Mamoru, reconocido director japonés, se ha hecho un nombre en el mundo de la animación. Particularmente con obras notables como El paso del tiempo, Los niños lobo o incluso El niño y la bestia. En 2018, nos ofrece una nueva inmersión en un universo a la vez íntimo y fantástico con Mirai, mi hermana pequeña (Mirai no Mirai en japonés). Esta película, impregnada de ternura y poesía, aborda con delicadeza temas universales. Como la familia, la infancia y el autodescubrimiento a través de un enfoque único e imaginativo.
La historia de Kun y Mirai
Mirai, mi hermana pequeña sigue las aventuras de Kun, un niño de cuatro años. Su vida da un vuelco con la llegada de su hermana pequeña, Mirai. Acostumbrado a ser el centro de atención de sus padres, Kun siente una mezcla de celos y confusión. De hecho, este nuevo miembro de la familia monopoliza el amor de sus padres. Un día, mientras se refugia en el jardín, Kun descubre un árbol mágico. Esto lo transporta a través del tiempo. Conoce así diferentes versiones de su familia, incluida una adolescente que resulta ser Mirai del futuro.
A través de estos viajes en el tiempo, el Kun aprende a comprender sus emociones. Pero también apreciar a su familia desde otro ángulo y aceptar a su hermana pequeña. Los encuentros con sus antepasados y versiones futuras de sus familiares le permiten comprender la importancia de los vínculos familiares y la transmisión intergeneracional.
Una historia íntima y universal
Hosoda Mamoru nos cuenta aquí una historia profundamente humana. Una historia centrada en las emociones y el desarrollo psicológico de un niño. A diferencia de sus obras anteriores, que a menudo mezclaban temas grandiosos con apuestas apocalípticas, Mirai, mi hermana pequeña es una historia más íntima, pero igual de poderosa. Lo fantástico se utiliza como herramienta para explorar la interioridad de Kun. Esto hace que nociones complejas como los celos, el amor fraternal y la construcción de la identidad sean accesibles a los espectadores jóvenes.
Una animación al servicio de la emoción
La animación, como siempre en las obras de Hosoda, es de gran belleza. Los escenarios son limpios y oscilan entre el realismo y el ensueño. Con secuencias donde la vida cotidiana se transforma en escenas mágicas, llenas de colores y movimientos fluidos. El uso del 3D, combinado con la animación tradicional, crea sorprendentes efectos visuales. Particularmente durante las escenas de viajes en el tiempo, donde el espacio y el tiempo parecen distorsionarse alrededor de Kun.
La música, compuesta por Masakatsu Takagi, acompaña a la perfección las diferentes atmósferas de la película. Lo que añade una capa extra de poesía a todo el asunto. Cada nota parece resonar con las emociones de los personajes, reforzando la inmersión del espectador en este universo tierno y melancólico.
Un homenaje a la familia y la infancia
Mirai, mi hermana pequeña es un homenaje a la familia en toda su complejidad y riqueza. Hosoda, convertido él mismo en padre, parece querer compartir su propia experiencia de paternidad, sus dudas, sus alegrías y sus descubrimientos. A través de los ojos de Kun, se invita al espectador a redescubrir la magia de la vida cotidiana. Pero también para apreciar los pequeños momentos que hacen grandes las relaciones familiares.
La película nos recuerda que cada miembro de una familia, ya sea un antepasado lejano o un bebé recién nacido, tiene un papel crucial que desempeñar en la formación de nuestra identidad. Hosoda muestra con ternura que la familia es una fuente inagotable de recuerdos, lecciones y amor, un tesoro que debe ser apreciado y comprendido.
Conclusión
Con Mirai, mi hermana pequeña, Hosoda Mamoru crea una obra conmovedora, a la vez personal y universal, que habla al corazón de cada espectador, sea cual sea su edad. La película logra capturar la magia de la infancia al tiempo que aborda temas profundos con una ligereza y una poesía poco comunes en el cine de animación. Es un viaje a través del tiempo y las emociones, una exploración de lo que nos une a unos con otros, dentro de una familia, de una generación a otra. Una auténtica oda a la vida y al amor familiar.