Nishimuraya Yohachi fue uno de los editores de xilografías más influyentes y reputados del periodo ukiyo-e en el Japón de finales del siglo XVIII. Su obra contribuyó a dar forma y popularizar este estilo artístico único, que plasmaba la vida cotidiana, los paisajes, los actores y las cortesanas de la época.
El editor de xilografías :
Nishimuraya Yohachi, también conocido como Nishiyo (西与), fue conocido por su labor como editor de xilografías. Trabajó en estrecha colaboración con artistas de renombre de la época, como Katsushika Hokusai, Eishi, Kuniyasu, Toyokuni I y Kunisada, para producir grabados de una calidad excepcional. Su agudo sentido de la calidad artística y su compromiso con la excelencia le convirtieron en la opción preferida de los artistas que deseaban publicar sus obras. Las principales producciones fueron las famosas Treinta y seis vistas del monte Fuji de Hokusai , publicadas entre c. 1830 y 1833, y los dos primeros volúmenes de sus exquisitas 100 vistas del monte Fuji ehon en 1834 y 1835.
Su trabajo como editor consistía en coordinar el proceso de producción de los grabados, desde la selección de artistas y temas hasta la supervisión de la impresión y distribución de los grabados finales. Tenía una clara visión artística y era famoso por su atención al detalle, asegurándose de que cada grabado se realizara con esmero y de que los colores, las texturas y los detalles se reprodujeran fielmente.
Impacto y legado:
La obra de Nishimuraya Yohachi ha tenido un impacto significativo en el mundo del ukiyo-e. Como respetado editor, desempeñó un papel crucial en la promoción y difusión de este estilo artístico emergente. Su empresa era famosa por producir grabados de gran calidad que captaban el espíritu de la época y reflejaban los gustos estéticos del público.
Su legado reside en su contribución a la preservación y popularización del ukiyo-e. Gracias a sus esfuerzos, muchos grabados preciosos han sobrevivido hasta nuestros días, permitiendo a las generaciones futuras apreciar y estudiar este arte único.
Estos son los pasos generales involucrados en la creación de estas impresiones:
- Diseño inicial: Ukiyo-e comienza con el diseño de un artista que crea un diseño original en papel, generalmente con tinta china. Este dibujo es la base para la impresión final.
- Separación de colores: una vez que se completa el diseño, se transfiere a un bloque de madera de primera calidad llamado «itame». Luego, el bloque se corta en varias partes, correspondientes a los diferentes colores provistos en la impresión.
- Grabado de los bloques: Cada bloque de madera se confía a un grabador especializado, que utiliza herramientas afiladas para tallar los detalles del diseño en la superficie del bloque. Cada bloque representa un color diferente de la impresión final.
- Preparación de la tinta: Se mezclan pigmentos naturales con cola animal para crear una tinta de calidad. Se pueden lograr diferentes tonos ajustando la cantidad de pigmento y pegamento utilizados.
- Entintado de los bloques: Los bloques de madera grabados se entintan con cepillos especiales. Cada bloque se entinta con el color correspondiente y se presiona cuidadosamente sobre una hoja de papel japonés llamada «washi». Este proceso se repite para cada color, asegurándose de alinear correctamente los diferentes estampados.
Edición y pruebas: Después de la impresión inicial, se realizan pruebas para comprobar la calidad de las impresiones. Se pueden hacer ajustes a los bloques de madera o entintar para lograr los resultados deseados. Una vez que el artista y el editor están satisfechos, comienza la producción de las copias.
Edición y distribución: Las copias se publican en serie, generalmente en números limitados. Cada impresión está numerada y firmada por el artista. Luego, las impresiones se distribuyen a comerciantes y amantes del arte, quienes las coleccionan y aprecian.
El proceso de realización de grabados japoneses requiere una gran experiencia y una estrecha coordinación entre el artista, el grabador y el editor. Muestra la belleza artística de ukiyo-e y contribuye a su fama internacional como un arte distintivo y cautivador.