El Kokedama, una forma de arte vegetal japonés, ha ganado popularidad en los últimos años. De hecho, es una alternativa creativa a las tradicionales macetas. Esta técnica única consiste en envolver las raíces de una planta en musgo y crear esferas colgantes o de pie. Este artículo explora la historia, el proceso creativo y la estética del kokedama, revelando una expresión artística que combina naturaleza y elegancia.
El Kokedama y sus orígenes :
Kokedama tiene sus raíces en el arte del bonsái y se remonta al Japón del siglo VIII. Sin embargo, la versión moderna del kokedama ha surgido en las últimas décadas como una forma creativa de expresar el amor por la naturaleza. Pero también, aportando un toque artístico al ambiente interior.
El Kokedama y su proceso de creación:
Crear un kokedama es un proceso delicado que requiere cuidado y precisión. Comenzamos mezclando un sustrato especial para las plantas, luego se envuelven delicadamente las raíces de la planta elegida en una bola de musgo. Luego, esta bola se mantiene unida con hilo o cuerda de nailon, creando una estructura cohesiva. Algunas kokedama también están cubiertas de musgo vivo para darle una estética más orgánica.
Elección de plantas:
Kokedama ofrece flexibilidad en la elección de plantas. Se suelen utilizar plantas de interior como helechos, hiedras y begonias, aunque también se pueden adaptar a este arte hierbas aromáticas o pequeñas suculentas. Las posibilidades son amplias y permiten la personalización según las preferencias y el entorno.
Cuidado y mantenimiento:
Este arte floral requiere cuidados especiales. El riego debe realizarse sumergiendo la bola en agua, dejando que las raíces se remojen. La frecuencia de riego depende de la planta utilizada y de las condiciones ambientales. La posición de la esfera también se puede ajustar, proporcionando flexibilidad decorativa.
Estética y uso:
Además de su practicidad como macetero para plantas, también es apreciado por su estética natural y minimalista. Kokedama se puede colgar individualmente o agrupar para formar una instalación de arte. Esta forma de arte vegetal aporta un toque de verdor a cualquier espacio, al tiempo que crea una conexión visual entre la naturaleza y el interior.
Conclusión:
Kokedama encarna la armonía entre el arte y la naturaleza y ofrece una forma innovadora y estética de exhibir plantas de interior. Esta práctica japonesa centenaria se ha transformado en una tendencia contemporánea, ofreciendo una expresión artística única y una conexión tangible con la belleza natural del mundo vegetal.
